Un viaje que se supone iba a unirnos
mas en cambio logró dividirnos
abrio una amarga brecha, un profundo abismo
sumiéndonos en la hiel del pesimismo.
Los días minutos, horas por compartir
en el aguacero infausto se empezaron a diluir
arrancó nuestros deseos, arrasó con las intenciones
dejando un cauce de sordas imprecaciones.
Vuelta atrás parece no haber
las añoranzas más fuertes parecen ser
el timorato sol en el cielo se escondió
y la luna serena allí jamás apareció.
El corazón envuelto en guirnalda de ortigas
se agolpan en los labios palabras hirientes
los reclamos nuestras voces atiborran
y se marchita el jardín lentamente.
Dónde nuestro viaje ha terminado
A que paraje estéril hemos llegado
por este camino de filosas piedras ariscas
azotado con furia por inclementes ventiscas.
Todas las palabras, momentos, propósitos,
llenaban ahora blancas páginas borradas
de ansias y expectativas jubilosas
son ahora muertas fantasías silenciosas.
domingo, 6 de octubre de 2013
VI/X/MMXIII
Sala de espera
auto hacia el destino
sin certeza de lo que vendrá
café amargo, reloj indiferente
el tiempo es un iceberg que se mueve lentamente
una inscripción en el muro
un anuncio perdido entre murmuraciones
ojos extraños que miran de lado
cacofonía que corta el aire y hiere el oído
paciencia que de a pocos se agota
destino conocido pero suceso incierto
laberinto de intrincados pasadizos
cavilando estoy sobre lo que me aguarda
la voz repite su monótona letanía
pasos presurosos hacia la entrada
la nave al infinito inerte y lista
vuela rauda y descuidada al encuentro
del abrazo de la criatura celeste
aprisionada en sus incorpóreos miembros
una fiera bienvenida cuasi fatal.
auto hacia el destino
sin certeza de lo que vendrá
café amargo, reloj indiferente
el tiempo es un iceberg que se mueve lentamente
una inscripción en el muro
un anuncio perdido entre murmuraciones
ojos extraños que miran de lado
cacofonía que corta el aire y hiere el oído
paciencia que de a pocos se agota
destino conocido pero suceso incierto
laberinto de intrincados pasadizos
cavilando estoy sobre lo que me aguarda
la voz repite su monótona letanía
pasos presurosos hacia la entrada
la nave al infinito inerte y lista
vuela rauda y descuidada al encuentro
del abrazo de la criatura celeste
aprisionada en sus incorpóreos miembros
una fiera bienvenida cuasi fatal.
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